Me gustan mucho este tipo de campañas y aunque para el marketing de guerrilla ya han sido bastante utilizados los cines y en publicidad los motoristas, la suma de ambos nos crea otro panorama.
Y es que Carlsberg nos sitúa en una sala ante 148 motoristas con solo dos asientos libres. ¿Quedarse y cruzar los dedos o irse con el rabo entre las patas?
Vía: NiceFuckingGraphics!
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